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Torremolinos

Celebración de la primera boda civil en la ‘Casa de los Navajas’

El alcalde, Pedro Fernández Montes, oficio este enlace en el \'Salón de Bodas\' del emblemático edificio

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  • Primera boda Casa Los Navaja -

El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, ha destacado hoy la percepción de los ciudadanos de que la institución municipal es ahora algo “cercano y propio”, y ha puesto el acento en identificar el amor como “alegría, libertad y generosidad”, durante la celebración de la primera boda civil en la “Casa de los Navajas”, oficiada por el primer edil.

 

Tras la llegada de los contrayentes a la “Casa de los Navajas” y su entrada a la “Sala de Bodas” a los sones del Adagio de Albinoni de la ópera Chillout, en un breve discurso de bienvenida, Pedro Fernández Montes  agradeció en primer lugar a la pareja formada por los vecinos de Torremolinos Orlando Rodríguez Ros y Rosa María Rodríguez Martín la elección del emblemático inmueble de la “Casa de los Navajas” como escenario para su enlace y, en este sentido, dijo que “demuestra de algún modo cómo ha evolucionado la visión que los ciudadanos tienen del Ayuntamiento, al que ya no ven como una institución distante e impersonal, que sólo sirve para regular sus intereses administrativos con ordenanzas, bandos e impuestos, sino que perciben al Ayuntamiento como algo cercano y propio, y por eso lo eligen para celebrar uno de los actos más importantes y trascendentales que puedan dar las personas como es contraer matrimonio”.

 

En este punto el alcalde se refirió también al acto en curso, en el sentido de que “el matrimonio es importante y trascendental no sólo por la relevancia que como acto social tiene una boda para los contrayentes, familiares y amigos. Significa e implica –prosiguió- mucho más que eso, porque se trata de llevar a cabo un proyecto de vida en común que se presume duradero, cuyo buen fin va a depender del acierto que ambos cónyuges tengan en el día a día, recorriendo el largo camino de la vida”.

 

A partir de ese momento, Pedro Fernández Montes dedicó sus palabras a destacar el sentimiento del amor, del que, afirmó “surge en una pareja, se produce, cuando ambos se cruzan en su camino, se ven mutuamente atraídos, comprueban que se comprenden y se corresponden, respetan el pensamiento y los gustos de cada cual, empiezan a ver que las pequeñas cosas son sus grandes cosas, y confluyen en un sentido mutuo de valores y objetivos comunes”.

 

“El amor –dijo el alcalde- es alegría, libertad y generosidad. El amor es mutua entrega, de manera que, cuando más das, más recibes”.

 

Para Pedro Fernández Montes, “cuando hay amor no se posee a nadie ni se es poseído. Tampoco se domina a alguien ni se es dominado, sino que se le acompaña, se le ayuda y se le oye sin juzgarle. Si hay amor –continuó- se acepta al otro tal como es, con sus cualidades y, especialmente, sus defectos, con total comprensión y mutuo respeto. Si hay amor, se tiene la capacidad de perdonar y ser perdonado. Se tiene el don de confiar en el otro sin exigirle nada”.

 

Tras señalar que “el amor entre dos personas no entiende de envidia, porque ese amor lo convierte en una misma cosa y no se puede tener envidia de sí mismo”; “no es injurioso porque todo lo que se dicen y hacen es de buena fe”, “no se irrita porque soluciona sus desavenencias en armonía” y “no critica porque sabe oír sin juzgar”, el alcalde consideró que el amor se da cuando “el uno todo lo cree y todo lo espera del otro”, y concluyó que “en definitiva, cuando hay amor no se busca a la pareja perfecta, sino que se quiere ser la pareja perfecta”.

 

Inmerso ya en el preludio del apartado administrativo del acto, regido por el Código Civil, el alcalde de Torremolinos se dirigió de nuevo a los contrayentes para expresarles su deseo de que su unión en matrimonio “no la interpreten como un acto rutinario o burocrático, para cumplir unos formulismos de cara a la sociedad, sino que significa contraer una serie de responsabilidades, que se deben cuidar y respetar con el máximo celo y con mucho cariño, para que sea perdurable”.

 

A continuación, el primer edil procedió a la lectura de los Derechos y deberes de los contrayentes según la legislación vigente, consumándose así este primer enlace civil en la nueva sede municipal que es la “Casa de los Navajas”, en una emotiva jornada que entra ya a formar parte de la historia del municipio y que, lógicamente, en cuanto al acto, se cerró como correspondía con la marcha nupcial de Mendelssohn como fondo musical.

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