Laboral Kutxa logró un demoledor triunfo, 100-71, ante un Joventut que no opuso resistencia en el Buesa Arena y ejerció de amable invitado para permitir a los vitorianos enderezar su irregular rumbo liguero.
El Joventut actuó limitado por su terrible ceguera en los triples donde firmó un pésimo porcentaje. Los verdinegros fallaron los primeros 21 lanzamientos intentados y no fue hasta el minuto 38 cuando Shurna logró encestar el primero y único del equipo con todo ya sentenciado, 91-62.
Laboral Kutxa no pudo contar de nuevo con Lamar Odom por sus problemas en la espalda que ya le impidieron jugar en Euroliga el viernes en Atenas.
Los vitorianos se agarraron, como viene siendo habitual, al demoledor arranque de Pleiss que, con 14 puntos, abrió la primera brecha para el minuto siete, 16-5.
Joventut pecó en exceso de lanzar desde los 6,75 metros con un nefasto porcentaje, erró los siete triples que intentó en el primer cuarto, y simplificó el camino para la escapada local, 24-15.
Sin apretar el acelerador el Baskonia endosó un 17-2 en el segundo que rompió el marcador, 45-24 minuto 18, mientras los verdinegros se mostraron impotentes para frenar la sangría.
La pésima matinal desde el triple fue un lastre muy pesado y los de Maldonado llegaron al descanso, 52-32 sin anotar ninguno de los primeros 13 triples lanzados.
La segunda parte fue un plácido paseo de Laboral Kutxa necesitado de recobrar la moral y el nivel de juego tras dos meses erráticos para asentarse y meter la cabeza en los puestos de 'playoff'.
No se conformó el cuadro de Scariolo con vencer y la ventaja fue creciendo hasta alcanzar proporciones de gran paliza, 68-42 minuto 29. El Joventut capeó el temporal a la espera de escuchar el bocinazo final y poner fin a la tortura sobre el Buesa Arena.
El Baskonia mantuvo la renta de veinte puntos, 68-48, para encarar el último periodo y redondear el triunfo ante un rival directo que le permite asomar de nuevo la cabeza entre los ocho primeros puestos.
La distancia creció y se agrandó, 96-66 minuto 38, y los dos técnicos repartieron minutos entre sus menos habituales donde el local Van Oostrum se lució con cinco puntos.