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Jaén

Manu, portero del cielo

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La vida nos demuestra, una vez más, que no vale la pena discutir, enfadarse, insultar o crear un mal ambiente en el entorno que vivimos en esa lucha cotidiana por conseguir unos objetivos. En la sociedad en la que vivimos sólo buscamos la amistad del tener, poseer y ser. En nuestro entorno, mientras Teruel e Hitos, buscan hacerse con el paquete mayoritario de acciones del Real Jaén, nos encontramos con la pérdida de tres jóvenes deportistas.


Si hace siete días tuvimos que lamentar la muerte de Alex y Natalia, nos encontramos ahora con el adiós de un joven portero, Manu de la Paz, que ha luchado durante tres años para que su meta no se viera batida.


Manu nos ha dejado después de luchar con todas sus fuerzas y recursos 'bajo palos', intentando detener los duros y complicados disparos que la vida le ha deparado en plena juventud. Con su agilidad, sus reflejos y condiciones de 'buen deportista', hasta ayer ha venido desviando, el gran reto que la vida le ha deparado. 


Manu nos ha dejado con sólo 17 años. Al final la leucemia ha enviado un balón venenoso sobre su marco y, a pesar de su gran estirada, no lo ha podido detener. Sus padres y todos lo que le querían, lucharon con él, formando delante de su marco una gran defensa, pero al final ha sido vulnerado, a pesar de haber ‘cerrado bien líneas ante tan feroz ataque’. 


Manu de la Paz, natural de Villanueva del Arzobispo, era un portero con cualidades que pertenecía al Levante CF, club al que defendía en sus categorías inferiores. Tenía porvenir, un porvenir que ha sido truncado por una cruel y traicionera enfermedad, a pesar del ánimo que ha recibido de tanta gente, familiares, amigos y deportistas.  Los porteros del Real Jaén, René y Toni García, lo visitaron personalmente en el hospital hace unos meses, para llevarle ánimo y fuerzas para seguir viviendo.  Con gran alegría Manu recibió unos guantes y una camiseta firmada por los jugadores del Real Jaén. Ahora todo queda ya para el recuerdo.


El joven meta ha dejado de lucir la elástica de su equipo, el Levante CF, pero ahora vestirá la camiseta de su nuevo equipo, el del cielo, por el que ha firmado para la eternidad. Allí te encontrarás con otros grandes deportistas que también tuvieron que cambiar de lugar antes de tiempo, y con los que formarás un equipo invencible. Todo lo que has podido aprender aquí, llévatelo con entusiasmo a tu nuevo destino, un lugar donde ya no existen el dolor, la envidia, ni esos imponderables con los que has luchado con todas tus fuerzas para salir adelante.
Un fuerte abrazo, Manu, y hazte grande, porque si lo has sido entre nosotros, ahora lo serás mucho más en el cielo.

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