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Antequera

Antequera celebró las VI Jornadas cetreras de Andalucia

Un evento que reunió el pasado fin de semana en la vega antequerana a más de 2000 aficionados y 200 aves rapaces, superando las cifras registradas en años anteriores en torno a este arte que cuenta con milenios a su espalda.

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La cetrería hunde sus raíces en lo más profundo de la Historia, siendo el medievo donde más evolucionó y como tal llega a la actualidad. Así, en países como Alemania o Reino Unido no llegó a desaparecer, pero sin embargo, en Francia o España hubo etapas en las que la cetrería estaba mal vista, ya que era una práctica asociada a la realeza y la nobleza. Es con Félix Rodríguez de la Fuente en la segunda mitad del siglo XX cuando la cetrería vuelve a renacer en España teniendo como base el amor a la naturaleza.

José Amalio González es arcipreste de Antequera. Compagina su labor de sacerdote con su pasión absoluta por la cetrería, donde asegura, se encuentra también a Dios en la perfección de la creación. Este cura es, además, vicepresidente de ACESUR, la Asociación de Cetreros del Sur que organiza este evento deportivo en colaboración con la Federación Andaluza de Cazadores y el Ayuntamiento de Antequera.

Campeonatos como este, uno de los mejores de España después del de León y el de Osuna, contribuyen, según José Amalio, a expandir este arte, ya que gracias a las jornadas cetreras, sólo en la comarca de Antequera el número de asociados ha pasado en unos años de seis a catorce, suponiendo una regularización de esta práctica, que, aseguran desde ACESUR, juega un importante papel en el cuidado de la naturaleza y los ecosistemas.

Entorno a 60 competidores participan en esta edición tanto en la modalidad de bajo vuelo como en la de altanería. Cualquiera de estas aves puede tener un precio en torno a los 1.500 euros, sin embargo, algunas muy seleccionadas pueden llegar a costar más de 20.000 euros. Según el cetrero Alejandro García, su cuidado sólo precisa de dieta y ejercicios adaptados a la naturaleza salvaje de estos animales, a través del trabajo y el sacrificio que acaban originando entre ave y cuidador un sentimiento puro de amor.

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