El acierto en los triples fue la clave de la contundente victoria (78-99) del Unicaja de Málaga en la pista de La Bruioxa d'Or, que encadena la tercera derrota consecutiva y se acerca un poco más a los puestos de descenso.
En un partido de defensas ausentes, la mayor calidad individual de los jugadores de Joan Plaza, especialmente en el tiro exterior, decantaron la balanza.
Borja Comenge salía de inicio sin los cuestionados Asselin y Waters. Así, el Manresa aguantó bien el primer cuarto. En un equipo andaluz poco conjuntado, Toolson se mostró espléndido y anotó 10 puntos. Aún así, los catalanes pudieron aguantar el tirón y, al final del cuarto, una canasta de Larsen dejaba el marcador con un ajustado 22-21.
Calloway y Urtasun devolvían la ventaja a los andaluces (22-26, min. 11). Pero el Manresa seguía ahí gracias a Hernández y Arteaga, los dos baluartes de los catalanes en este partido.
Una jugada de 2+1 del pívot adelantaba de nuevo a los locales (33-32, min. 15). Pero hasta ahí llegó La Bruixa d'Or, que echó muy en falta a Arteaga cuando Dragic, Urtasun y Granger (de triple), conseguían un parcial 0-8, que daba la primera ventaja significativa al Unicaja (35-42, min. 18).
Monroe intentaba maquillar la actuación del Manresa, pero el control del partido ya estaba totalmente en manos andaluzas (42-51, min.20).
Los de Joan Plaza seguían entonados en el triple y aumentaban la ventaja (46-59, min. 25). El Manresa conseguía frenar mínimamente a su rival con una defensa en zona 2-3 y Eriksson reducía distancias con 5 puntos consecutivos (55-64, min. 27).
Arteaga y Hernández también sumaban y daban algo de esperanza a su equipo (59-67, min. 30), pero La Bruixa d'Or bajó la guardia y Unicaja anotó 6 puntos consecutivos (59-73, min. 30).
Los locales no tenían ni energía ni ideas para darle un vuelco a la situación, de manera que poco a poco los andaluces fueron sumando y aumentando la ventaja.
Especialmente letal fue Txemi Urtasun, con tres triples en el tramo final del cuarto que acabaron de desmontar al Manresa. La penúltima canasta, un triple del mismo Urtasun -el decimocuarto del Unicaja- estableció la máxima diferencia del partido en 23 puntos (76-99). Una canasta final de Kouguere dejó el marcador en 78-99.