Una reacción en la parte final del partido para empatar con un tanto de Mikel Rico el gol marcado con anterioridad por Ever Banega, de penalti, le ha valido al Athletic Club para mantenerse en unas posiciones europeas de las que, precisamente, se ha caído su rival hoy en San Mamés: el Valencia.
El Athletic ha estado a punto de concretar su tercera remontada en su tercer encuentro en el nuevo San Mamés gracias a un racial reacción en el último cuarto de choque, curiosamente ya sin buena parte del talento del equipo rojiblanco, el que suman Ander Herrera, Beñat Etxebarria e Iker Muniain, sobre el terreno de juego.
Hasta esos vibrantes minutos, en los que San Mamés recogió el guante de su equipo, los que estuvo Ander Iturraspe en el campo, el Valencia fue superior. Hasta el punto de adelantarse en una primera mitad más de 0-1 que de 0-0 y de hacer sobrevolar varias veces la sensación del 0-2.
No fue así y los de Miroslav Djukic se condenaron a quedar a merced de la reacción local de los de Ernesto Valverde, que hasta el últimos instante del choque -con un centro de la derecha de De Marcos con muchos compañeros en el área visitante buscaron el triunfo- y a quedarse momentáneamente fuera de Europa.
Sin Aduriz ni San José en el once inicial, empezó más animoso el Athletic con varias llegadas consecutivas de De Marcos al área de Guaita, aunque sin excesivo peligro. Más tuvieron un remate de Herrera y dos más de Laporte, aunque tampoco como para que la grada, hoy muy fría en la primera mitad, mascase el gol.
Si acaso en los dos remates del central francés, ambos a saque de esquina de Beñat desde la derecha. El primero, con el pie, se le marchó alto; y el segundo, de cabeza y bien asentado sobre el césped, lo mandó a las manos del meta valenciano.
Se cerró el primer cuarto de hora de dominio local y con el paso por el ecuador de la primera parte el Valencia fue haciéndose con el control del juego y plantándose en las inmediaciones de Iraizoz.
Jonas fue el más peligroso de los visitantes, sobre todo en un disparo desde la frontal al que respondió el meta local también brillante. El propio Jonas, Alcacer y Pabón, ya habían avisado con anterioridad.
Una contra con disparo final de Beñat por encima del larguero dio algo de aire al Athletic, pero el Valencia siguió insistiendo y Jonas encontró premio entre los dos jugadores de la bisoña parte izquierda de la zaga rojiblanca, Saborit y Laporte, que estuvo hasta ingenuo en un penalti sin discusión.
Banega decidió desde los once metros con riesgo y categoría en el tercer penalti que se pita en el nuevo San Mamés. Es el primero que termina en gol, ya que anteriormente habían fallado el celtiña Charles y Beñat contra el Betis.
Un primer disparo de Jonas desde la frontal abundó en lo visto al final de la primera parte, pero un par de lanzamientos de Muniain y De Marcos parecieron querer cambiar las cosas. Pero la flojedad de ambos reflejaba con claridad el espíritu de un equipo local que no provocó ni el habitual ruidoso apoyo de sus seguidores.
Unos aficionados que empezaron a enfadarse con dos ocasiones claras seguidas del Valencia. Un disparo desde la frontal de un Jonas incomprensiblemente solo en la frontal y una vaselina que se le salió alta a Barragan tras un error en la cesión a Iraizoz de Saborit.
Una subida de Iraola al ataque provocó una ocasión para el Athletic, pero Aduriz no le vio y optó por un disparo a la media vuelta demasiado cruzado.
Cuando dos llegadas del Valencia parecían anunciar más el 0-2 que otra cosa, llegó la reacción local. Tanto en el campo como en la grada, que se transformó en un caldera.
Primero con un disparo de Muniain al palo en un centro chut y un posterior disparo lejano en la misma jugada; y, a la media hora de la continuación, con el gol del empate. Susaeta centro desde la izquierda y De Marcos devolvió el balón al primer palo para que Rico, solo, remachase a la red.
A partir de ahí todo fue un abordaje sobre la mera de Guaita, que lo pasó mal. Aunque con algún pequeña réplica del Valencia, como un remate de Postiga a centro de Jonas, alto.
Pero el partido era del Athletic y Gurpegui, primero, y Aduriz, un minuto más tarde, lamieron el 2-1. Al central le salió a las manos del portero un centro a balón parado de Susaeta y Aduriz se encontró con una bota rival en un remate dentro del área que le había facilitado una finta de De Marcos.
El propio De Marcos abrió la esperanza local en el último suspiro del choque, pero su centro en buena posición no encontró a ninguno de los muchos compañeros que lo esperaban.