La presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, ha expresado este lunes su deseo de que Seúl y Pyongyang alcancen un acuerdo "sostenible" sobre el futuro del complejo industrial intercoreano de Kaesong, casi tres meses después de su cierre a raíz del repunte de las tensiones nucleares en la península.
Park ha destacado que las conversaciones que ambas partes están celebrando, y que este lunes han entrado en su quinta ronda, establecerán el tono de unas relaciones más amplias entre ambos países, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
La reunión tiene lugar en un marco de desconfianza tras los fracasos acumuladas en las cuatro anteriores, en las que ninguna de las partes hizo concesiones. Pese a ello, ambas partes han expresado su voluntad de mantener los encuentros para alcanzar una solución.
"A pesar de que estas conversaciones de trabajo están centradas en normalizar la situación del complejo de Kaesong, tenemos que tener en mente que supondrán una importante base para los principios y marcos de la reconfiguración de unas nuevas relaciones entre el Norte y el Sur", ha agregado.
Asimismo, ha resaltado que Pyongyang debe entender que "va en favor de sus intereses nacionales" crear unas condiciones estables para la inversión en Kaesong, incluyendo el establecimiento de instrumentos legales e institucionales en línea con los estándares internacionales y las garantías de que el complejo no será cerrado sin previo aviso.
Seúl ha insistido en que las negociaciones se deben centrar en lograr una serie de normas que protejan el complejo para evitar que se vea afectado por cualquier evento político o no estrictamente económico.
El Gobierno surcoreano quiere evitar así que vuelvan a repetirse los costes económicos (estimados en unos 716 millones de euros) que acarreó el cierre del complejo, fruto de una cumbre celebrada en el año 2000, a las 123 empresas surcoreanas que allí operan. En el polígono industrial de Kaesong trabajan unas 53.000 personas.
Corea del Norte ha priorizado en las conversaciones una rápida reapertura, algo que deben aprobar los ingenieros surcoreanos que visiten previamente el complejo, una vez hayan supervisado las instalaciones y su acondicionamiento de cara a la temporada de lluvias acompañados de empresarios surcoreanos con negocios en el polígono.
Otro de los puntos del principio de acuerdo versa sobre la recuperación de los productos finalizados y la materias primas que dejaron atrás durante la apresurada salida de los trabajadores norcoreanos. Los empresarios y empleados surcoreanos podrán acceder a la zona después de que Pyongyang autorizara su paso a través de la zona desmilitarizada.
El complejo industrial se encuentra en la región administrativa de Kaesong, en Corea del Norte, a unos diez kilómetros de la frontera común.
Kaesong es uno de los escasos ejemplos de cooperación entre las dos Coreas, que técnicamente se encuentran en guerra, ya que tras tres años de combates se limitaron a firmar un armisticio para poner fin a las hostilidades, en lugar de un acuerdo de paz.