El partido-milicia chií libanés Hezbolá pondrá fin a sus operaciones militares en Siria una vez consiga garantizar la seguridad de la localidad de Zabadani, ubicada en los alrededores de Damasco, desde la que el grupo asegura que los rebeldes disparan proyectiles contra las ciudades libanesas de Baalbek y Hermel, de mayoría chií.
"Una vez que las operaciones han terminado oficialmente en Qusair, Hezbolá finalizará su batalla en Zabadani, desde donde se disparan cohetes contra Baalbek y Sarein", ha dicho un alto cargo en declaraciones a la Agencia Central de Noticias.
Zabadani cayó bajo control rebelde el 18 de enero de 2012, convirtiéndose en la primera ciudad en la que los opositores armados se imponían al Ejército. Pese a que las fuerzas regulares volvieron a la localidad el 11 de febrero, los combates se mantienen en algunos puntos.
En los últimos días, decenas de proyectiles disparados desde territorio sirio por los grupos armados han impactado en Baalbek y otros puntos del valle de la Bekaa después de que los rebeldes afirmaran que responderían contra objetivos de Hezbolá en territorio libanés por su participación en el conflicto.
"El liderazgo del partido ha informado a sus aliados y amigos que la misión de proteger a los libaneses en Siria y las localidades libanesas de todo ataque prácticamente ha llegado a su fin", ha agregado, según ha recogido el diario libanés 'An Nahar'.
"No va en interés del partido participar en una guerra (contra los grupos opositores armados) en el corazón de Siria, ya que el Ejército es capaz de ganarla por sí mismo", ha remachado.
La participación de Hezbolá del lado de las fuerzas gubernamentales en la batalla por Qusair terminó por inclinar la balanza en favor de las tropas regulares, que se hicieron con el control de la ciudad el miércoles tras semanas de combates.
El partido-milicia ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente, Bashar al Assad, y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.
A finales de mayo, el secretario general del grupo, Hasán Nasralá, aseguró que la formación está dispuesta a asumir "todos los sacrificios y consecuencias" de su "implicación" en el conflicto sirio y denunció la guerra política y económica lanzada contra el Gobierno de Al Assad.
El dirigente de Hezbolá aprovechó además para hacer un llamamiento a la conciliación en Siria y pidió reformas en el sistema político del país vecino. "Desde el principio de la guerra hemos dicho que el régimen de Al Assad tiene aspectos positivos y negativos. Es necesaria una reforma y la única forma de alcanzarla es a través del diálogo político", indicó.