La investigación comenzó en verano, y en ella se descubrió que la citada banda integraba una compleja red de inmigración clandestina que inducía a la prostitución a mujeres como pago de la deuda de unos 12.000 a 15.000 euros que estas ciudadanas adquirían con la organización criminal.
Las mujeres eran captadas en China para trabajar en Europa y se les proporcionaba pasaporte y visado de manera fraudulenta. Una vez en Madrid, un intermediario las recibía retirándoles el documento de viaje y las instalaba en viviendas alquiladas. En estos lugares se les inducía a ejercer la prostitución para saldar la deuda. Inicialmente se detectó una vivienda en Algeciras, y a partir de la información obtenida se investigó con la colaboración de las Unidades de Extranjería de Jerez y Madrid.
Tiempo después, se efectuó un registro en un domicilio de Jerez, procediéndose a la detención de otras tres personas de nacionalidad china. La vivienda tenía medidas de seguridad y utilizaba una cámara de grabación para controlar a las jóvenes y evitar su fuga. Los policías intervinieron en la casa documentación y dinero en efectivo, material informático y de telefonía móvil. No se descartan nuevas detenciones.