Si ya la crisis te envenena con el cierre a cal y canto de las salidas laborales, la desesperación de muchos, demasiados, lunes al sol, y el agotamiento de los recursos mínimos para llevar una vida más o menos digna, la cosa se agrava aún más si el dinero que te corresponde por el trabajo realizado es secuestrado sin dar señales de vida.
Es lo que le está ocurriendo a Manuel Gumersindo Tebar Salas, un operador de cámara que sufrió el desplome de la extinta Teleonuba, y que ahora, cinco años después, sigue a la espera de más de 5.000 euros que le corresponden y que el Ayuntamiento, pese a una sentencia judicial que le obliga a ello, no le entrega.
La situación es la siguiente. Cuando Teleonuba, de la empresa Huelva Televisión Información S.A., empezó a agonizar, la empresa llegó a un acuerdo con sus deudores para que asumieran el pago pendiente con los más de 20 trabajadores con los que contaba, algo que se reflejó en el proceso judicial que se abrió. Uno de los deudores era el Ayuntamiento de Huelva, que había suscrito con Teleonuba diferentes convenios publicitarios que no había abonado. Así, la Justicia dictaminó que el dinero que debían a Tebar tenía que abonarlo el Consistorio onubense.
Parte de la documentación de sus abogados, proporcionada por Gumersindo a Viva Huelva, lo refleja claramente: “La deuda reconocida a favor de Manuel Gumersindo Tebar Salas por parte de la empresa Huelva Televisión Información S.A asciende a la suma de 5.208,46 euros de principal, más otros 1.000 euros calculados, provisionalmente, para intereses, gastos y costas de ejecución. En relación con dichas deudas, se acordó por el Juzgado de lo Social 1 de Huelva el embargo de las cantidades pendientes de percibir por parte de la empresa referida con cargo al Excmo. Ayuntamiento de Huelva, a la entidad Huelva Impulsa y al Patronato Municipal de Desarrollo Local. Finalmente, sólo queda que el Ayuntamiento de Huelva, la entidad Huelva Impulsa o el Patronato Municipal de Desarrollo Local atiendan los embargos acordados. A estos efectos, hay dos diligencias de ordenación de fechas 13-12-11 y 25-04-12, dictadas por el Juzgado de lo Social 1 de Huelva, en las que se requiere a dichos organismos para que informen sobre el estado de los embargos acordados en este procedimiento y respecto de los que, hasta donde yo sé, nada se ha contestado”.
Situación desesperada
A día de hoy, Gumersindo, de 43 años y padre de una niña de 20 meses, no tiene trabajo, se le ha agotado el paro y ve en ese dinero una salida para, al menos, “sobrevivir unos meses”. Aún más, si se tiene en cuenta que, según él asegura, tiene hasta el 4 de diciembre para pagar al banco cuentas atrasadas si no quiere ser embargado.
Ante esta situación límite, y después “de muchas promesas incumplidas por el alcalde, que en mayo de 2011, cuando amenazamos todos los afectados con protestar ante el Ayuntamiento en la campaña electoral, aseguró que no era necesario porque tenía el dinero reservado para pagarnos”, Gumersindo ha tomado una drástica decisión: Iniciar una huelga de hambre este miércoles, coincidiendo con el pleno, a las puertas del Ayuntamiento. “Estaré en huelga de hambre en la puerta del Ayuntamiento hasta que mi situación se solucione, porque ya son muchos años esperando, no me quedan recursos económicos, el banco ya me amenaza y con ese dinero podría alargar mi agonía unos meses, e intentar sobrevivir un tiempo con la esperanza de poder encontrar pronto un trabajo”.