Durante una rueda de prensa con su homólogo surcoreano, Obama ha advertido de que Estados Unidos seguirá trabajando para aplicar "las sanciones más duras" contra Irán y, para ello, intentará "movilizar a la comunidad internacional". El objetivo, ha dicho, es "asegurarse de que Irán está cada vez más aislado y paga un precio por este tipo de comportamiento".
"No descartamos ninguna opción en términos de cómo operar con Irán", ha añadido el mandatario norteamericano, que quiere aplicar medidas de "presión" que tengan un "impacto directo" en el régimen iraní. Obama ha dicho que Teherán debería cambiar su postura para "interactuar con el resto de la comunidad internacional".
Desde que se destapase el martes en Estados Unidos el supuesto complot terrorista, Obama no se había pronunciado al respecto. Pese a que el Gobierno iraní ha rechazado las acusaciones y las ha tachado de "propaganda" de Washington, el inquilino de la Casa Blanca las ha dado por ciertas y las ha enmarcado en el "comportamiento peligroso y temerario" de la República Islámica.
El mandatario norteamericano ha apuntado que "miembros del Gobierno iraní" conocían estos planes y ha subrayado que los responsables deben "rendir cuentas".
"CONTACTO DIRECTO"
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha afirmado este jueves a través de su portavoz, Victoria Nuland, que Washington mantiene "contactos directos" con Teherán sobre este asunto. "No estamos preparados en este momento para ir más allá y responder quién ha hablado con quién o dónde, pero confirmamos que tenemos contactos directos", ha indicado Nuland en una comparecencia ante los medios.
Estados Unidos e Irán no mantienen ningún tipo de lazo diplomático y es la Embajada de Suiza en Teherán la que suele erigirse en representante de los intereses norteamericanos.