Según Marín, cuando el Supremo anunció la sentencia la situación se ponía bastante complicada. Sin embargo existe una posibilidad, a través del artículo 35.2 de la LOUA, que deja “una puerta entreabierta”.
Este artículo permite que, debido a la situación tan alarmente del municipio sin un PGOU acorde con las necesidades actuales, se puede crear un nuevo texto a partir de una serie de exigencias que el Consistorio debe hacer a la Junta de Andalucía.
Se trata de algo así como un plan alternativo, que ni es el anulado, ni son las normas subsidiarias. Esto afectarán, según Núñez, “a los suelos urbanizables consolidados y los no consolidados”, es decir, que las AGB entrarían dentro. Lo que no se contemplarían son las ordenanzas de regulación, puesto que eso es del plan anulado, pero el Ayuntamiento “buscará el modo de introducirlas”.
Esto trae consigo un alivio para los promotores e inversores que, según el alcalde, seguirán generando empleo en la localidad, ya que, “en el plazo de seis meses se volverá a dar licencias”.
El equipo de Gobierno ha dejado claro que “lo más importante es que la ciudad no se para y podrán seguir adelante proyectos como Miralrío, La Longuera o el Camino Viejo”. Una solución intermedia que posibilitará que, durante dos años la ciudad no se bloqueé, a la espera del nuevo PGOU.
Además, ha expresado su “más sincera admiración y profundo agradecimiento a todos y cada uno de los técnicos municipales de la Gerencia de Urbanismo, cuyo esfuerzo titánico ha sido fundamental para encontrar esta solución, que permite continuar con el proyecto de desarrollo de la ciudad que este equipo está llevando a cabo”.
Ha añadido que “siempre he creído que existía una solución. Nunca hemos caído en el alarmismo ni en el tremendismo. Supimos asimilar con serenidad los aspectos negativos que, para nuestro proyecto, conllevaba la anulación del antiguo PGOU, pero rápidamente nos pusimos manos a la obra para arreglar este asunto y seguir ofreciendo a Chiclana la máxima seguridad jurídica”.
Ernesto Marín hizo alusión al clima de entendimiento que ha existido con la Junta de Andalucía y con la Consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz Villalón, “que se ha mostrado dispuesta a encontrar una solución satisfactoria a la grave situación por la que está pasando Chiclana”.
Por su parte, el edil de Urbanismo se ha mostrado claro y conciso respecto a la labor de los técnicos del municipio: “Chiclana tiene desde hoy una deuda con los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Su esfuerzo, entrega y profesionalidad han permitido encontrar en tiempo récord una solución al mayor problema al que se ha enfrentado nuestra localidad en los últimos años. Hemos hallado esta solución gracias a nuestro inconformismo y nuestras ganas de gestionar la ciudad con eficacia”.