En un comunicado, la organización ha denunciado la "brutal reacción del Gobierno sirio ante las demandas de cambio de su pueblo" y ha asegurado que los carros de combate del Ejército bombardearon ayer lunes edificios civiles y zonas residenciales después de desplegarse en Deraa. Aparte, según AI, la ciudad carece de agua y electricidad.
Deraa, que se ha convertido en el principal foco de las protestas en Siria, ha sido la ciudad en la que se registraron las primeras muertes de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las movilizaciones, a mediados de marzo. Según las estimaciones de Amnistía, al menos 393 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las protestas.
Amnistía Internacional ha recibido los nombres de 23 personas que, según los informes, han muerto en el ataque militar a Deraa. "No obstante, el número total de fallecidos puede ser mucho mayor", advirtió.
"Muchos de los muertos perdieron la vida a causa de la artillería" y, según las fuentes de Amnistía Internacional, "se ha informado del despliegue de francotiradores del Gobierno que han atacado a los que intentaban asistir a los heridos tendidos en las calles". "Algunos cadáveres quedaron tendidos en las calles próximas a la mezquita Omari y en otros lugares, y se ha impedido que la gente los recogiera", agregó.
Aparte, según AI, el Ejército aparentemente ha utilizado también armamento pesado en el barrio de Al Muadamiya, en Damasco, y los medios de comunicación han informado de la muerte de manifestantes en Douma, también en la capital.
A CUALQUIER COSTE
"Con el uso de la artillería contra su propio pueblo, el Gobierno sirio ha mostrado este lunes que está dispuesto a reprimir las protestas pacíficas a cualquier precio, aun a costa de las vidas de los sirios", declaró el director para Oriente Próximo y Norte de África de Amnistía Internacional, Malcolm Smart.
"Este Gobierno parece asustado de su propio pueblo y de sus reclamaciones en favor de las reformas", denunció Malcolm Smart. "Las concesiones ofrecidas por el presidente Bashar al Assad han sido demasiado escasas y demasiado tardías", y con los últimos acontecimientos, el Gobierno está mostrando "su verdadera cara, su naturaleza represiva", manifestó. "La brutalidad va a servir únicamente para multiplicar la determinación de los disidentes a mantenerse firmes y reclamar sus derechos", concluyó.