Así se desprende del Informe europeo sobre hábitos sexuales ¿Qué quieren las mujeres?, presentado ayer y que recopila información sobre la sexualidad de 2.500 mujeres encuestadas de cinco países (Alemania, Austria, España, Portugal y Suecia), de las que 500 son españolas, todas ellas con pareja o relación estable.
El estudio, realizado por la consultora internacional Strategy One con la colaboración de Pfizer, pone de relieve que España ocupa el segundo lugar del ránking tanto en satisfacción sexual como en frecuencia, solo por debajo de Portugal.
Respecto al hecho de que las españolas tengan relaciones sexuales regularmente y a la vez deseen aumentar la frecuencia, el responsable de Pfizer Francisco García Pascual lo justificó al afirmar que “es como el que tiene dinero, pero quiere tener más”.
El doctor Vicente Bataller, sexólogo y director del Instituto Valenciano de Sexología, se mostró satisfecho con los datos, a la vez que sorprendido, porque -ha dicho- “esto no es lo que nosotros vemos en consulta”.
No obstante, señaló que los resultados del estudio ponen de relieve que la mujer española “empieza a
manifestar sus deseos, aunque otra cosa es que lo exprese en la cama o a su pareja”.
El informe señala también que la mayoría de las españolas (80%) valoran como muy importante o bastante importante tener una vida sexual satisfactoria y el 75% de ellas afirman estar satisfechas.
“Bajo los síntomas de no satisfacción sexual subyacen muchos problemas de pareja”, señaló este sexólogo,
quien lamentó que “no encontremos tiempo para dedicar al placer”.
El egocentrismo del hombre, entendido como que se ocupa solo de su propio placer, es uno de los inhibidores de la mujer a la hora de mantener relaciones sexuales.
Así es para un 22% de las encuestadas, que señalan la pereza (16%) y la arrogancia (15%) como otros de los rasgos de la personalidad del varón que “les echa para atrás”, según explicó Miren Larrázabal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología.
En cuanto a las causas físicas que inhiben a las españolas, la halitosis de la pareja ocupa el primer lugar (29%), seguido de la disfunción eréctil (16%) y de la eyaculación precoz (12%).
Larrazabal ha insistido en que “muchas veces los conflictos de pareja llevan aparejados problemas de disfunción eréctil”.
Alrededor de dos millones de españoles sufren este problema, aunque sólo entre un 16 y un 17% acude a la consulta de un especialista y tardan de 5 a 6 años en tomar la decisión.
El doctor Bataller pidió diferenciar disfunción eréctil “de lo que llamamos gatillazo o de la ansiedad del varón ante una situación que le viene grande”.
Según se desprende del estudio, tres de cada diez españolas aseguran que su pareja ha experimentado alguna vez problemas de disfunción eréctil.
Bataller explicó que casi todos los hombres a lo largo de su vida “van a tener fallos de erección”, pero debe ser persistente en el tiempo para que sea considerado un problema sexual, y ha asegurado que, en cualquier caso, “tiene solución”.
La falta de erección afectaría a la frecuencia de las relaciones sexuales para el 25% de las españolas.
“Hay que educar que más allá de introducir el pene en la vagina o en cualquier otro espacio hay otras cosas que se pueden hacer que dan placer”, dijo Bataller.
Larazábal aseguró que el hecho de que un varón tenga una erección no garantiza la satisfacción y que “cada uno de nosotros somos responsables de nuestro propio placer”.
“Los amantes no nacen, se hacen, y la sexualidad necesita ser cultivada”, sntenció.