El celador del geriátrico La Caritat confesó haber acabado con la vida de varios ancianos suministrándoles un cóctel de medicamentos, y a las 3 últimas, con productos como lejía y salfumán.
Los resultados de las pruebas del Instituto de Medicina Legal de Cataluña que han sido entregados al juzgado de Olot que investiga el caso confirman que las tres últimas mujeres murieron tras suministrarles productos cáusticos y que al menos 5 de los 8 ancianos restantes habrían muerto por un cóctel de medicamentos.
Los análisis de diversos órganos de las víctimas han puesto de manifiesto que en la mayoría había restos de antidepresivos y barbitúricos. En cinco cadáveres había restos de estos medicamentos y en dos quedaba clara la mezcla.