Solana, durante su intervención en la reunión de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) que tiene lugar en Girona, ha confirmado que hubiese preferido que estas informaciones no se hubiesen publicado, aunque ha asegurado que tampoco ha tenido “grandes sorpresas todavía” con su lectura.
“Lo único que se hace es poner blanco sobre negro en público”, ha señalado el que también fue ministro español, para quien la aparición de los documentos tiene “cosas muy malas”.
Entre esos aspectos negativos, Javier Solana ha citado “la desconfianza en la diplomacia clásica” y ha explicado que ésta se basaba en unas “relaciones de confianza”, por las que, por ejemplo, los embajadores obtenían información sobre el país en el que estaban destinados, que “ahora van a cambiar”.
Además, Solana está “preocupado sobremanera” por la forma en la que se ha obtenido la información publicada, “porque no es la operación de un ‘hacker’ (pirata informático), sino de una persona”.