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El pobrecito hablador

Qué bonita es la Navidad

Hace unos días murió Itziar Castro, una actriz de larga carrera y futuro frustrado. Una persona que nunca se escondió ni se amedrentó ante los que la señalaban

Publicado: 11/12/2023 ·
10:32
· Actualizado: 11/12/2023 · 11:11
  • La actriz catalana Itziar Castro. -
Autor

Francisco Palacios

Palacios es matemático y programador. Publicó su único libro hace ya unos años y sigue siendo el autor más leído de su calle

El pobrecito hablador

Escribo sobre lo que me gusta, pero sobre todo sobre lo que me disgusta, como un grito desesperado para no ganarme una úlcera

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Si existen unas fechas en las que es más sencillo ser buena persona, son éstas. Ya sea porque queremos que el karma nos premie con el Gordo de Navidad, o porque es buen momento para intentar disfrazarse y que no les reconozcan como el excremento que realmente son.

Aunque lo intenten con todas sus fuerzas, no lo pueden remediar. Son como ese brazo americano que se levanta en la ONU para no exigir un alto el fuego. Son esa mano que señala al inmigrante, pero luego monta un belén en casa, viva imagen de una familia que huye para sobrevivir.

Hace unos días murió Itziar Castro, una actriz de larga carrera y futuro frustrado. Una persona que nunca se escondió ni se amedrentó ante los que la señalaban, la insultaban y la denostaban. Un rehato de loqueseafobos, un aspersor de odio a todo lo distinto, la infección que supura una sociedad enferma de aversión. Una gentuza que no son capaces ni de respetar a un difunto o a su familia, que tienen la empatía de una piedra para limar durezas de los pies, y que sólo merecen el vómito más efusivo. Entre ellos cabe destacar a uno, una suerte de bulto sospechoso que se hacía llamar tertuliano, que no contento con mandarla a tomar por culo, se regocija de su muerte por haber hecho proselitismo de las vacunas . Él, que se ha metido por la nariz el equivalente a varias marmitas de Obélix, vituperando a quienes defienden medidas que salvan vidas. El chiste sería muy bueno si tuviera puñetera gracia.

Pues así son nuestras Navidades. Todo amor, bondad y buenos sentimientos. Mientras tanto, siguen rezando el Rosario en Ferraz, apelando a la españolidad de Dios y de la Inmaculada, no para que acabe la masacre del pueblo palestino, ni para que en estas noches frías de diciembre no haya nadie que las pase bajo un cartón. Para nada. Rezan para que Feijoo gane algo de una vez y además quiera recoger el premio, y no siga siendo el Woody Allen de la política española, el Josep Guardiola de Ourense, el invitado al yate, la excusa con patas.

Éstas son unas fechas bonitas. No permitamos que nos las ensucien.

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