El fuego afectó a unas diez hectáreas de matorral, pero no llegó al inmueble, tras ser controladas por los efectivos del Cuerpo de Bomberos de San Roque, motivo por el que los desalojados retornaron a su hogar a las 2.30 de la madrugada, después de unas cuatro horas fuera del cortijo, ayudando en lo posible a extinguir las llamas.
Según comentó a este diario el propietario del cortijo, “el fuego llegó cerca de la casa y tuvimos que desocuparla inmediatamente todos los que nos encontrábamos allí, pero enseguida los bomberos, junto con la Policía Local y la colaboración del Infoca, actuaron en la zona y nos dio tiempo a partir la alambrada para que los animales que tengo en el cortijo salieran por unos boquetes y no les afectase en caso de que las llamas llegaran finalmente al lugar, además de tratar de impedir que las vacas bravas y el resto de animales del cortijo invadieran la autovía A-7”.
Otra de las actuaciones realizadas por la familia y sus empleados fue poner el riego automático alrededor de la casa.
No obstante, Mateo resaltó que “aquella zona es propensa a padecer incendios y éste, aunque no ha sido el primero que ocurre, nos asustó bastante porque estaba demasiado cerca del cortijo. Afortunadamente, el fuego cambió de dirección y no llegó a afectarnos en absoluto, por lo que no podemos lamentar daños materiales ni mucho menos personales”.
Sin embargo, el ganadero se mostró convencido de que el incendio fue “intencionado” y señaló que “hay que concienciar a la ciudadanía de que el campo no está para meterle fuego, sino para disfrutar de él y cuidarlo”.
Por su parte, el alcalde de San Roque, Fernando Palma, agradecido la rápida actuación de los efectivos que actuaron en el suceso para calmar el fuego que asoló Sierra Carbonera, y que sobre las 2.30 de la madrugada quedó sofocado, aunque no fue hasta la 9.00 horas cuando las llamas fueron totalmente controladas.
En la zona se personó el concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Navarro, acompañado de mandos de la Policía Local y Protección Civil.