“No sabía qué hacer si no estaba todo el día trabajando, y decidí que era el momento de parar”, explica en una entrevista con Efe Achero Mañas, en frenética postproducción para llegar al estreno el día 10 de septiembre de su nueva criatura cinematográfica y, si puede ser, llegar a algún festival internacional.
“He mandado la película a todos, como hacen todos aunque luego no lo digan”, confiesa.
Los ocho años que separan esta nueva cinta de Noviembre no han sido una prolongada gestión, sino un merecido descanso en el que, claro, también ha escrito algún guión. Pero sobre todo ha estudiado filosofía y ha perdido el miedo a montar en avión aprendiendo él mismo a pilotar un avión.
De la filosofía quizá haya aprendido que los discursos son tremendamente fluctuantes. “Me había jurado y perjurado no volver a trabajar con niños, porque creo que un rodaje no es el lugar adecuado para ellos. Hay muchas tensiones”, explica, a pesar de que él mismo apareció en pantalla a los 12 años y ha contado con una pequeña de cuatro años como parte fundamental de su nueva trama.
De la experiencia aérea ha aprendido que los productores no tienen ganas de afrontar proyectos que puedan requerir un aterrizaje de emergencia. “Pensaba que la trayectoria puede jugar un papel fundamental a la hora de levantar un proyecto. Pero, en cuanto a la financiación, esta película ha sido como empezar de cero”, reconoce.
Todo lo que tú quieras es un comienzo también en otros sentidos. Rompe con el riesgo formal de Noviembre, porque la historia pedía “un tratamiento clásico para no caer en el tremendismo”, y es una nueva mirada, opuesta más bien, a una relación que ya exploró en El bola, con la que ganó el Goya al mejor director novel y a la mejor película.
Si aquélla retrataba con crudeza el maltrato que podía llegar a infligir un padre a su propio hijo, “Todo lo que tú quieras” habla de la transformación que llega a experimentar un padre al quedar viudo repentinamente y tener que ocuparse de la educación de su hija.
“Son diferentes realidades y se pueden dar todas dentro de un núcleo familiar. Esta película es una metáfora sobre el cambio que se ha dado en la sociedad moderna, por la circunstancia clara de que la mujer ha salido y ha empezado a tener un rol completamente diferente en este siglo”, asegura.
Pero el discurso no es el del feminismo clásico. “¿Es la mujer la que ha salido y ha pedido tener los mismos derechos que el hombre? Yo creo que la sociedad es la que le ha llevado a la mujer, porque una familia no puede mantenerse con un solo miembro de la familia trabajando”, reflexiona Mañas.
Y así, el que fuera ídolo juvenil de “Colegio mayor” o miembro de la pandilla infantil de Los Coconuts, mira con madurez la difícil adaptación del hombre a esta nueva circunstancia, en la que también tiene que realizar tareas para las que no había sido educado.
“Ellos mantenían un status quo que era privilegiado, o por lo menos era diferente. Ahora han tenido que adaptarse de una manera forzada y para muchos hombres sigue siendo un poco traumático”, explica.
Para hilar fino en este retrato, Mañas decidió hacer pruebas a sus actores, aunque fueran tan famosos como Juan Diego Botto, tan amigos suyos como Najwa Nimri o.
Todos ellos, al servicio de la concepción de familia de Mañas. “Lo mas importante es el cariño, el amor y la educación que puedas darle a un ser querido”