El Consello da Cultura Galega (CCG) ha presentado este lunes un informe sobre la evolución sociocultural de Galicia en los últimos 40 años que advierte, entre otras cosas, de un descenso del gasto público en el ámbito cultural.
En concreto, según el documento, el gasto de la administración general del Estado en cultura pasó de sumar el equivalente a 233 millones de euros en 1985 a más de 700 millones en la última anualidad disponible, pero el peso en el conjunto del presupuesto descendió del 0,35% al 0,21%.
Además, en proporción al PIB, el recorte medido es aún mayor, ya que pasó de suponer el 0,14% en 1985 al 0,07% en 2020.
Por administraciones, según el informe, la local pasó de un 5,37% hasta el 4,15%. En el caso de las autonómicas, el CCG estima que el gasto en cultura en su conjunto descendió del 1,58% al 0,55%. En el caso concreto de la Xunta, pasó del 0,68% al 0,66% en 2020, el último año del que se dispone del dato del gasto liquidado.
La presidenta del Consello da Cultura Galega, Rosario Álvarez, ha señalado este lunes en rueda de prensa que el objetivo era que este presupuesto se acercase al 1% en el año 2022 y que se pudiera alcanzar el 1,5% en 2028. "Proponíamos que el gasto se fuese acercando a algo más de lo que supone la cultura en el PIB. Pedíamos ir dando pequeños pasos", ha recordado.
Este informe ha sido presentado en el marco de los actos relacionados con el 40 aniversario de la institución nacida en 1983. Durante estas cuatro décadas, Álvarez ha destacado que "hubo un cambio significativo" en Galicia" y la Galicia de hoy "no es la de hace 40 años".
Así, ha recordado que en los últimos 40 años, con la salida del franquismo, la propia autonomía, el cambio de ordenación del territorio, la caída del mundo tradicional y la promulgación de leyes relacionadas con la cultura o el cambio en el modelo educativo han producido "muchos efectos positivos" en este ámbito.
Para la presidenta del Consello, el informe deja una tendencia general positiva "influida por la evolución del contexto general". En este sentido, ha destacado que en el año 1983 Galicia estaba "a la cola cultural en casi todo, dentro del contexto español", mientras hoy está "sistemáticamente por encima de la media estatal".
En concreto, entre los diferentes indicadores que miden los hábitos y prácticas culturales de la ciudadanía gallega que muestran esa tendencia positiva, el más destacado es el de la lectura. Hace casi 40 años solo el 33% de la población gallega leía libros, mientras que hoy en día se acerca al 55%, cifra que, destaca la entidad, está por encima de la media estatal.
También han crecido las colecciones de libros particulares. El número de libros disponibles por hogar se triplicó. Con todo, desde que hay datos, descendió ligeramente la compra anual de libros.
Del mismo modo, la tecnología fue entrando en los hogares en las últimas décadas. Antes, el único dispositivo era el televisor, al que después se fueron sumando el VHS, el Blue-ray, ordenadores o tablets, lo que se traduce en que se duplicó el número de horas dedicadas a ver cine en pantallas.
El informe recoge también una mejora significativa de las infraestructuras públicas, que doblaron su número en muchos casos. En 1983, detalla, había seis bibliotecas por cada 100.000 habitantes, mientras que hoy hay más de 13, y los fondos que albergan se multiplicaron por siete: las bibliotecas gallegas pasaron de albergar 1,8 millones de fondos a más de 13 millones.
"A pesar de las dificultades, de que partíamos de un nivel muy bajo, con déficits importantes en la formación y en los hábitos, a pesar de que todas las crisis nos golpearon con dureza, esta visión global positiva nos hace tener aún mucha esperanza en el futuro de la cultura gallega", ha celebrado Rosario Álvarez.
En este contexto, Álvarez ha asegurado que no pretenden "un cambio de rumbo ni mucho menos", pero sí reclaman que haya más inversión pública en cultura porque, en su opinión, "no se va a poder desarrollar adecuadamente si no hay una inversión a la altura de la que había antes".
Asimismo, ha remarcado que se necesita "un camino de internacionalización" de la cultura gallega", en el que "pueda dialogar con otras culturas, con otras tradiciones y con otras lenguas".
También dentro de Galicia ha instado a "no bajar la guardia". "La cultura es un derecho que nos iguala a todos, queremos que eso sea una realidad", ha enfatizado.