Así lo manifestó ante varios miles de fieles que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al rezo del Ángelus, en el que también afirmó que la justicia y la paz son dones de Dios, pero que necesitan “hombres y mujeres que sean buena tierra para acoger la buena semilla de su Palabra".
Señaló también que el mundo actual está “herido” por “múltiples violencias” y que la Navidad es el momento para que el hombre se renueve de corazón y viva “en justicia, paz, solidaridad y asistencia mutua”.