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Todo está ferpecto

Que Dios les perdone; yo, no

El problema no es lo que piensan, sino cómo lo expresan y dónde. El odio contra la religión (la política o la ideología) no debe tener espacio en medios

Publicado: 09/04/2023 ·
20:57
· Actualizado: 09/04/2023 · 20:57
  • Sketch de TV3 con la Virgen del Rocío. -
Autor

Daniel Barea

Yo soy curioso hasta decir basta. Mantengo el tipo gracias a una estricta dieta a base de letras

Todo está ferpecto

Blog con artículos una mijita más largos que un tuit, pero entretenidos. Si no se lo parece, dígamelo con un correo

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Luis Buñuel se reconocía “ateo por la gracia de Dios”. Anticlerical, el director de cine, sin embargo, repudió públicamente la matanza de sacerdotes y de vecinos de su pueblo por ser el simple hecho de ser católicos durante la Guerra Civil. Y reconoció que “pertenezco, y muy profundamente, a la civilización cristiana. Soy cristiano, si no por la fe, por la cultura”. Max Aub, amigo de Buñuel, dijo de él que “era todo lo ateo que un español podía ser, que no era demasiado”.

En cualquier caso, la dimensión espiritual del hombre y la lucha permanente entre la negación y la aceptación de lo religioso impregnan una obra que perdurará en el tiempo. Conviene recordar a Buñuel en este Domingo de Resurrección porque, además, Buñuel se opuso durante toda su vida al sectarismo político, ideológico o religioso que consistía, afirmaba, en odiar más al discrepante que al enemigo declarado.

Solo el odio puede llevar a emitir un sketch protagonizado por una señora ataviada como la Virgen del Rocío y un muñeco que simulaba ser el niño Jesús. Los dos tipos que conducían el programa Està passant de TV y la actriz mandaron “a tomar por culo” a los devotos de la imagen, hicieron chistes sexuales de mal gusto sobre la Virgen, que aseguraba por boca de la intérprete que “llevo 200 años sin poder echar un polvo como Dios manda” y que “iba más caliente que el palo de un churrero”. Finalmente, ridiculizaron el acento andaluz.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la responsable de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, lógicamente, pusieron el grito en el cielo y han pedido a la televisión pública catalana que rectifique. No solo porque la parodia no tenía ni pizca de gracia, que esa falta de profesionalidad sería suficiente para que fulminaran a quienes la perpetraron, sino por la innecesaria ofensa a los creyentes, por un lado, y a los andaluces en su conjunto por otro. Pero me temo que no servirá de nada. Amparados en la libertad de expresión y la intención cómica, tratarán de justificar el bodrio y dignificar el lamentable espectáculo. La batalla está perdida.

Lo de TV3 trasciende por su repercusión nacional, pero han proliferado otros comentarios deleznables entre los profesionales de los medios de comunicación, a los que habría que pedir, como poco, respeto incluso para defecar sus opiniones Con motivo de algunos incidentes previos a las procesiones, como el incendio del manto de una Virgen en besamanos en Chiclana, otro tipo despreciable bromeó con ello en un blog de un periódico, valga como ejemplo. Pese a escasearle el pelo, el señor se comportaba como un crío que exclama caca, culo, pedo y pis para provocar a sus padres.

El problema no es lo que crean,  sino lo que expresan, cómo lo hacen y dónde. En una sociedad madura, civilizada, deberían estar condenados a la marginalidad de las redes sociales, donde ni tan siquiera despuntarían porque incluso en Twitter se premia el ingenio y se castiga duramente la indigencia intelectual. Que Dios les perdone en cualquier caso a estas criaturitas; yo, lo siento, no puedo. Dan bastante pena, mucho miedo y, sobre todo, asco.

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