El descenso del número de fieles que desde hace años sufre la Iglesia católica en España abre un nuevo reto a la hora de evangelizar y atraer adeptos y ha obligado a esta antigua institución a reciclarse en las nuevas tecnologías y adaptar el mensaje a las redes sociales.
Consciente de ello y de la necesidad de innovar y conectar con nuevos públicos, algunas diócesis como la de Zaragoza han recurrido a expertos en comunicación para diseñar una nueva estrategia de evangelización.
Uno de ellos es Carlos Luna, autor del libro "Fundamentos del marketing religioso", que lleva 15 años investigando sobre esta cuestión y que ha llevado su trabajo hasta el Vaticano.
"Siempre me he dedicado al marketing y a la publicidad y, como católico, muchos colegas de profesión se dirigían a mí para decirme: es que la Iglesia no se sabe vender bien", explica a EFE este experto, que reconoce que el marketing religioso siempre ha creado un poco de rechazo dentro de esta institución.
Hay un discurso predominante dentro de la Iglesia que afirma que "nosotros no somos Coca-Cola y no tenemos por qué estar vendiendo nada", pero la realidad es que si concibes el marketing como una estrategia para intentar satisfacer una necesidad, la religión permite satisfacer el anhelo de trascendencia de aquellas personas con inquietudes espirituales, afirma.
EL 60,9 % DE LOS ESPAÑOLES NO VA CASI NUNCA A MISA
A día de hoy, un 60,9 % de los españoles asegura que no va "casi nunca" a misa o a otros oficios religiosos, a no ser que tenga que asistir a alguna ceremonia social como bodas, bautizos o funerales y las personas no religiosas en España, que en 1980 representaban un 8,5 %, ya son el 39,9 %, la cifra más alta de la serie histórica recogida por el Informe de la Laicidad publicado recientemente por la Fundación Ferrer i Guàrdia.
¿Cuál es el problema de la Iglesia? Para Luna está claro: "Siempre hacemos cosas para los que están dentro, pero nunca para los ateos o para quienes tienen prejuicios hacia esta institución. Hay que hacer más por relacionarnos con ellos".
Y para entenderlo ofrece un símil: "pretender que alguien que no cree se acerque a nosotros es como confiar en que uno de Barça vaya a visitar el Santiago Bernabéu".
Y pone el ejemplo de otras confesiones que no tienen parroquias, con lo que "se tienen que buscar la vida" y están "creciendo como la espuma" porque usan espacios como las discotecas para atraer a gente joven.
"Creo que hay mucho margen de mejora en la Iglesia española", opina este experto que, no obstante, asegura que se están haciendo esfuerzos para conectar con la gente y creando espacios de reflexión. "Yo veo signos de luz, de creatividad y de espacios nuevos, pero la institución es muy grande".
SALIR A EVANGELIZAR, NO A ADOCTRINAR
Luna apuesta por "salir a evangelizar, no a adoctrinar", conectar con las personas que no creen, porque el objetivo "no es venderte una moto, sino escucharte y acompañarte en los temas que te importan".
Y preguntado por la forma de actuar del papa Francisco, que mientras estaba ingresado en el hospital, visitó y bautizó a unos bebés recién nacidos y tras recibir el alta consoló a unos padres que acababan de perder a su hija pequeña, Luna afirma que al pontífice "estos gestos le salen del corazón", pero en el fondo "también está venciendo muchos prejuicios de personas alejadas de la Iglesia porque ven en ella algo demasiado institucional".
Al mismo tiempo, con este tipo de gestos, Francisco se dirige también al interior de la Iglesia para decir: "Esto es lo que tenemos que encarnar, este tipo de Iglesia, no la burocrática", subraya este experto.