La vuelta del italiano Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid en 2021 supuso también el retorno del preparador de porteros español Luis Llopis, que ha ayudado al belga Thibaut Courtois a ser nombrado mejor guardameta de la pasada temporada y a convertirse en un 'parapenaltis'.
Courtois fue decisivo para el Real Madrid ante el Valencia en esa mal llamada "lotería" de los penaltis. Bien lo sabe una Argentina que, teniendo bajo palos a 'Dibu' Martínez, todo un experto a la hora de detener penas máximas, logró alzarse con el Mundial hace menos de un mes.
El argentino destaca por cómo se impone desde lo anímico, por poner nervioso a cualquier lanzador, mientras que Courtois, más sereno sobre el terreno de juego, ha mejorado en los penaltis en base a vídeos que se unen a la gran intuición que tiene en momentos clave.
Del "los jugadores tenían que venir con 1.000 penaltis tirados" del seleccionador español, Luis Enrique, antes de caer en la tanda de octavos del Mundial contra Marruecos, en la que España falló los tres con lanzadores expertos como Carlos Soler, Pablo Sarabia -16 de 16 acertados hasta esa fecha- y el más experimentado Sergio Busquets; al "no entrenamos mucho los penaltis" de Ancelotti que poco más de 24 horas después acabó con un cinco de cinco -cuatro de ellos en la tanda- del Real Madrid.
Así de caprichoso es el fútbol. Que se lo digan al seleccionador inglés, Gareth Southgate, quien intenta recrear al máximo las situaciones de tensión que producen los penaltis y su equipo perdió una final de Eurocopa y se quedó fuera en los cuartos de final del Mundial por dos penaltis fallados, de Bukayo Saka y Harry Kane.
Un situación que cada equipo, selección o jugador prepara de manera diferente, y Courtois, con la ayuda de un Llopis que ha estado presente en las últimas cuatro Ligas de Campeones del Real Madrid, apuesta por los vídeos para analizar a los rivales, como explicó con maestría en la sala de prensa tras detener el penalti decisivo a José Luis Gayà frente al Valencia y meter al conjunto blanco en la final de la Supercopa.
"Es ver vídeos de penaltis que han tirado. Por ejemplo, Cavani los tiró más a la derecha, por eso me fui a ese lado. Gayà sabía que había fallado otro contra el Sevilla a la izquierda y anteriormente había tirado otro en la tanda con el Betis al medio, así que tuve claro que iba a tirar al medio o a la derecha. Por eso no me tiré a fondo a la derecha, porque sabía que podía tirar al medio, al igual que Raúl García el año pasado. Y así ha sido, pero puede cambiar, aunque intentamos averiguarlo viendo vídeos", explicó.
Un análisis con el que Courtois lleva trabajando tiempo, como comentó tras detener un penalti al croata Josip Juranovic en el Santiago Bernabéu el pasado 2 de noviembre.
“Contra el Girona, me dio la sensación de que Stuani iba a tirar a la izquierda, pero habíamos hablado antes de que los tiraba a la derecha, y lo tiró a la derecha. Vimos que Juranovic los tira a la derecha en Europa y en Escocia a la izquierda. Mi intuición decía también que a la derecha, así que me tiré ahí y pude pararlo”, dijo el portero belga.
Contra Stuani se guió por la intuición y le salió mal, ya que el análisis decía lo contrario, pero ése también es un factor en los penaltis.
Unos vídeos que se preparan minuciosamente para reducir al máximo el porcentaje de sorpresa en una situación del juego que puede definir los títulos, como ha ocurrido también en las dos ediciones anteriores de la Supercopa de España.
En la primera, en 2020, Courtois detuvo el segundo lanzamiento de la tanda del Atlético de Madrid, después de que Saúl enviara al palo el primero, a un Thomas Partey que chutó fuerte a la derecha del portero belga, lado al que fue y acertó.
Dos años después -en 2021 no se disputó la Supercopa de España en Arabia Saudí debido a las restricciones por la pandemia del coronavirus- Courtois volvió a aparecer.
Con 0-2 en el marcador y entrando en los últimos diez minutos, penalti para el Athletic Club que detuvo Courtois con un pie a Raúl García, dando tranquilidad a un Real Madrid que se había quedado con diez en la acción del penalti al ser expulsado Éder Militao.
Un año después, en la misma portería del estado Rey Fahd de Riad, repitió el proceso para detener el penalti de Gayà, sellar el billete a la final, ser nombrado mejor jugador del encuentro y poner de nuevo en valor el trabajo que cada día realiza en Valdebebas junto a Luis Llopis y que le llevó a ganar el Trofeo Yashin la pasada campaña que le acreditó como mejor guardameta del mundo.