La playa de bajo de Guía ha vuelto a ser, después de dos años de suspensión de la romería del Rocío por la pandemia del coronavirus, el escenario de peregrinación de las doce hermandades del Rocío de la provincia de Cádiz que han acudido al reencuentro con la Blanca Paloma.
Según los datos que aporta la dirección del dispositivo Caminos de Cádiz, en la jornada del miércoles - la más multitudinaria con las hermandades de Sanlúcar, Jerez y El Puerto de Santa María- cruzaron hasta el Parque Nacional de Doñana por Bajo de Guía un total de 6.930 personas, 59 carretas, 829 caballos, 152 vehículos pesados y 398 vehículos ligeros, una cifra ligeramente superior a la registrada en 2019, cuando fueron 6.778 las personas que embarcaron en Bajo de Guía. El martes, jornada de embarque para nueve de las doce hermandades gaditanas, fueron 2.662 los romeros que acompañaron a los simpecados de La Línea, Chiclana, San Fernando, Ceuta, Chipiona, Arcos, Rota, Puerto Real y Cádiz.
Un total de 233 personas menos que en 2019, cuando se celebró la última romería. De este modo, en el global de los dos días, martes y miércoles, un total de 9.592 personas ha atravesado el Guadalquivir por este conocido enclave, una cifra similar a la última edición del Plan Ro-mero en 2019, cuando lo hicieron 9.673 personas. El recuento final muestra un ligero descenso en el número de vehículos ligeros (575 frente a los 578 de 2019) y en carretas (78 frente a las 90 de la última romería). El balance de caballos sí ha aumentado al pasar en total 1.125 animales, frente a los 1.118 de hace la última edición, al igual que el de vehículos pesados, ya que este año han cruzado 209 y en 2019 lo hicieron 190. Mayor control El embarque de las Hermandades para cruzar el Guadalquivir se ha llevado a cabo según lo previsto y dentro de los horarios establecidos, sólo con un ligero retraso de la Hermandad de Jerez de la Frontera, que sufrió un accidente en una de sus carriolas.
El paso de las hermandades se ha realizado este año con mayor agilidad, y salvo incidencias leves, como el pinchazo de la rueda de un tractor, en la jornada del miércoles, el embarque por el Guadalquivir se ha realizado sin mayores problemas, contando para ello con dos barcazas de los Hermanos Anillo, encargada de caballos, simpecados y vehículos pesados, y una de la Armada que se ha encargado de hacer el tránsito de los romeros desde la playa de Bajo de Guía hasta Malandar, ya en el Parque Nacional de Doñana. En Bajo de Guía se ha instalado de nuevo este año el Puesto de Mando Avanzado encargado de coordinar el traslado de las doce hermandades gaditanas dentro de los dispositivos del Plan Romero y el Plan Rocío seguro 2022, que involucra a la Junta de Andalucía y al Gobierno central y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con más de 700 agentes encargados de velar por tierra, mar y aire de la seguridad de los peregrinos en esta Romería del reencuentro.
El viceconsejero de presidencia, Antonio Sanz y el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, acudieron a inspeccionar el dispositivo durante el embarque de las hermandades gaditanas, destacando la ausencia de incidencias destacadas y haciendo un llamamiento a la prudencia de los romeros sobre todo, de cara a posibles contagios por coronavirus. De hecho, este año se ha instalado en la aldea del Rocío, junto al hospital, un espacio destinado a posibles pacientes contagiados de coronavirus con el objetivo de controlar cualquier brote de este virus y teniendo en cuenta que para este fin de semana se espera que más de un millón de personas convivan en la Aldea del Rocío antes de la salida de la Virgen del Rocío, este domingo de Pentecostés.
Junto a la ausencia de incidentes destacados, las jornadas de embarque han supuesto para Bajo de Guía un auténtico revulsivo económico, ya que han sido cientos de personas los que se han dado cita en este espacio, considerado una de las mecas de la gastronomía de la localidad, para contemplar el cruce de las hermandades y disfrutar de la gastronomía de Sanlúcar. Turistas nacionales y también del extranjero se dieron cita para contemplar el espectáculo de devoción y folclore que supone el paso de las hermandades gaditanas por el río Guadalquivir para adentrarse en Doñana camino de la Aldea almonteña.
