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Maite Murcia: “El santo Custodio o santo Manuel fueron verdaderos médicos de los pobres"

En su nuevo libro “Enigmas de la Sierra Sur”, Murcia hace un nuevo acercamiento a las figuras de hombres y mujeres excepcionales “a los que su comunidad amaba"

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  • De izquierda a derecha, Manuel Cano López ("santo Manuel"), Custodio Pérez Aranda ("santo Custodio") y Luís Aceituno Valdivia ("santo Luisico"). -

Maite Murcia, cronista oficial de Frailes, presentaba el pasado viernes en dicha localidad su nuevo libro “Enigmas de la Sierra Sur”, una obra que pretende ser un compendio de testimonios y una nueva aproximación a la figura de tres hombres y tres mujeres excepcionales que habitaron la Sierra Sur en una época en la que los milagros todavía parecían posibles. Entrevistamos a la autora para saber más sobre un tema que forma parte necesaria en la historia reciente de la comarca.

¿Si tuviera que destacar un denominador común del santo Luisico, el santo Custodio y el santo Manuel, cuál sería? Yo diría que el denominador común es el de ser “buenos hombres” en el sentido machadiano del término. Tres hombres surgidos en el seno de una comunidad de labradores y pastores, ellos mismos lo eran, y siempre al servicio de sus convecinos, sin cobrar nada e intentando ayudarles en los males del cuerpo y del alma.

¿Por qué surgen aquí, en la Sierra Sur, qué tiene esta tierra para que se den las circunstancias que propicien este tipo de personas “tocadas por la gracia”? Este tipo de enigmas aparecen en tierras con cierta tradición de “mágicas”, unidas a las montañas. Y a las cuevas, que nos adentran en los misterios de la madre tierra. Y siempre con una serie de símbolos como el agua, fuente de vida que lava y cura. Y unas devociones comunes como son el Señor del Paño y la Virgen María en su advocación de la Virgen de la Cabeza. Y curioso, los tres grandes “patriarcas” de esta nuestra Sierra Sur, sufrieron la cárcel.


Pero no solo hubo hombres. Dedica un capítulo especial para las mujeres dotadas de este don, qué también las hubo… Efectivamente, en mis libros siempre procuro poner un capítulo en el que de manera singular se trate el tema de las mujeres. Me interesa saber cómo actuaron mis congéneres. No en balde somos la otra mitad de la humanidad. En este caso se han tratado a las tres más significativas: “santa” Remedios, Nicolasa y Flora Ruiz. Ellas están más centradas en aconsejar y ver el futuro, pero también están tocadas por la “gracia” y como en el caso de Flora han tenido apariciones de la Virgen.

La obra “La ruta de los milagros”, de Manuel Amezcua, abrió el paso al acercamiento de esta especie de mundo mágico. Pero, personas como el santo Custodio o el Santo Manuel, ¿hicieron realmente milagros? Yo no me atrevo a afirmar o negar nada con rotundidad. Todos sabemos el poder que tiene la mente y que la fe mueve montañas. El fenómeno, que se encuentra reflejado en la prensa desde finales del siglo XIX, lo liga a fenómenos de incultura del pueblo. Yo diría que, más por motivos de pobreza del pueblo,  ellos hacían de su “gracia” un servicio público gratuito. Eran unos “médicos de los pobres” que su comunidad amaba y respetaba sin límites.

Esa “ruta de los milagros” se ha convertido después, incluso, en una marca turística. ¿Cómo cree que se ve desde fuera, es una marca “positiva” para la Sierra Sur o lo contrario? Yo creo que si logramos hacer de esos viejos caminos un turismo sostenible, con un respeto absoluto por la madre tierra, y en comunión con esa espléndida naturaleza, lograremos fijar la población a la zona y convertirla en un verdadero “paraíso interior”. Siempre he creído que el fenómeno del “santo Custodio” ha logrado fijar la población en la Hoya del Salobral, en oposición a otras zonas, en donde el  desierto poblacional es notorio.

Como cronista oficial, su nuevo libro debe haber conllevado un importante trabajo de documentación. En este entorno mágico en el que ha buceado, que, refiriéndose a Frailes Michael Jacobs llegó a definir como “el Macondo español”, ¿cuál es el testimonio más sorprendente con el que se ha encontrado? Los testimonios. Es normal que en casi todas las familias la gente te cuenta experiencias tanto en su relación con estos “sanadores” como experiencias extrasensoriales. Este enigma de los santos es un fenómeno ancestral, que se remonta al siglo XV, y que  persiste en la comarca por las creencias en torno a la salud y otros aspectos culturales que suelen tener un origen mágico, como apariciones de la virgen, o apariciones de difuntos o almas en pena en los que podemos ver la influencia de movimientos espiritistas en la zona hasta la Guerra Civil y cuyo origen aparece vinculado a los grupos masónicos que existían en la zona entre los siglos XIX y XX.

En el libro “Enigmas de la Sierra Sur” se apostilla que el fenómeno de santos y curanderos se mantendrá en el futuro y convivirá con naturalidad con la medicina científica.

 

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