Renault avisa de que antes de tomar la decisión de fabricar coches eléctricos en España, estos modelos tienen que venderse en el país, algo que no está ocurriendo en particular por falta de infraestructuras, y eso es responsabilidad de las administraciones.
"Si el mercado no avanza, para qué voy a fabricar vehículos eléctricos en España", se pregunta retóricamente el presidente de Renault en España, José Vicente de los Mozos, en una entrevista a Efe, en la que se queja del "retraso" que arrastra el país respecto a otros estados europeos en el despliegue de las infraestructuras de recarga.
Recuerda que había un compromiso para que hubiera 10.000 puntos de recarga el pasado año y no se ha llegado a 5.000, y eso "es responsabilidad de las administraciones", señala.
El resultado de todo es que las ventas de vehículos eléctricos en España representan menos del 1 % del total, un porcentaje muy inferior al de otros países europeos: "tenemos que preguntarnos por qué estamos en retraso cuando tenemos los mismos productos que en Francia o en Alemania".
En este contexto, Renault no ha decidido si se presentará a las ayudas de 2.900 millones de euros del PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) del vehículo eléctrico y espera la publicación de unas nuevas bases, después de haber hecho alegaciones a las primeras que se hicieron públicas.
El "número uno" en España de Renault, que es también el responsable industrial del grupo francés para todo el mundo, insiste en que en su reflexión para decidir si presentan proyectos pesa la cuestión de la debilidad del mercado del eléctrico en España.
Advierte de que "si en esta transición del vehículo de combustión al vehículo electrificado se queda fuera, España sufriría un problema en su política industrial", en el empleo y en la balanza comercial.
La compañía del rombo ya ha decidido concentrar en Francia la producción del vehículo eléctrico para la primera generación de estas tecnologías en los próximos 5-8 años, pero para De los Mozos eso no debe generar temores en España por el riesgo de quedar marginada de la que aparece como la tecnología del futuro.
En primer lugar porque la empresa ha conferido a sus factorías españolas la responsabilidad de la integración vertical de los coches híbridos y les ha atribuido cinco vehículos (incluido un Mitsubishi).
Además, en el futuro el dispositivo industrial en España basculará al coche eléctrico, en un plazo que dependerá de "cómo van a evolucionar los mercados", señala el ejecutivo.
En cualquier caso, De los Mozos recuerda que en la planta de Valladolid ya se ensamblan baterías para los vehículos híbridos de forma que "mañana fabricar un coche eléctrico no es ningún problema en nuestras fábricas en España".
TRANSFORMACIÓN EN SEVILLA
Renault tiene programado poner en marcha desde el otoño una transformación de sus instalaciones de Sevilla con el arranque "antes del final del año" la producción de cajas de cambio para coches híbridos, lo que le aportará entre 15 y 20 años de actividad.
También se creará allí un centro para alargar la vida de entre 5.000 y 10.000 coches de segunda mano readaptados y revendidos con la garantía de Renault. En la capital andaluza se reciclarán igualmente baterías y se pondrá en pie "un campus de economía circular".
El grupo francés no ha querido dar cifras de cuántas personas podrían estar implicadas en esos cuatro proyectos, porque la prioridad de momento es sacar este año a los trabajadores del ERTE: "en función de la actividad, vamos a ver en los próximos años".
Preguntado sobre sus perspectivas para el mercado español este año, De los Mozos calcula que podría estar en torno a los 900.000 vehículos, un nivel "bajo". "Cuanto antes nos recuperemos, mayor actividad y mayor competitividad tendrán nuestras fábricas en España por el efecto volumen".