Entre marzo y abril de 2020, durante los meses de confinamiento domiciliario, España registró un abrupto descenso de los suicidios, mientras que, entre mayo y octubre, coincidiendo con las restricciones, la tasa de suicidios subió de forma pronunciada.
Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y hecho en colaboración con investigadores del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas
El estudio, publicado en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental, recuerda que en 2019 se quitaron la vida 3.671 personas en España y que, un año después, en 2020 -el año que empezó la pandemia de covid-19- la cifra subió a 3.941.
Los autores creen que esta información puede ser útil para luchar contra el suicidio.
"Por un lado, ayuda a poner de manifiesto la relevancia del suicidio como causa de muerte en España, lo que afecta a toda la población en lo relativo a vencer estigmas y pedir ayuda. Por otro, es una llamada importante para los organismos gubernamentales", afirma Andrés Pemau, investigador de Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica de la UCM.
Además, el estudio puede ayudar a los medios de comunicación a manejar "datos más claros sobre el efecto de la pandemia en el suicidio, en lugar de subestimar o sobrestimar la magnitud del problema", apunta el psicólogo.
La investigación pretendía contrastar los datos de suicidio en España en 2020 y 2019, para ver si la pandemia y las restricciones habían tenido un efecto sobre la conducta suicida en nuestro país.
Para ello, los investigadores realizaron análisis estadísticos a partir de los datos de defunción anuales del Instituto Nacional de Estadística.
El análisis reveló que en 2019 la tasa de suicidio se situaba en 8,3 por cada 100.000 habitantes y en 2020 ascendió a 8,9 por cada 100.000 habitantes, y aunque las cifras no reflejan una diferencia significativa, sí se observaron cambios en la distribución.
Así, el estudio desvela que a partir de mayo, al finalizar el confinamiento domiciliario decretado por el estado de alarma, fue cuando realmente empezaron a despuntar las conductas suicidas.
Además de la UCM, en la investigación han participado el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas.