Fue hace algunos años cuando Ana Teruel compuso una obra para piano que llamó en un primer momento 'Estudio sobre armonía estática'. Después la versionó varias veces, la adaptó a órgano, la pulió, introdujo nuevos elementos. Tras toquetearla mucho, su hijo vio un día la partitura, plagada de notas y escalas que subían y bajaban. Y mirando a su mamá le dijo: “Parece una escalera infinita”. Acababa de darle el título definitivo a la creación de su madre. Y, al mismo tiempo, nacía la metáfora perfecta de tantas mujeres que llevan escalando hacia arriba sin que parezca que ese esfuerzo vaya a ser nunca suficiente. Porque las compositoras se enfrentan cada día a los escalones del olvido, la invisibilidad y, lo que es peor para ellas, el silencio.
El próximo viernes 11 de febrero el Conservatorio Manuel de Falla de Cádiz va a acoger un acto que tratará de combatir este manto que cubre el talento de las mujeres compositoras. Servirá para presentar cinco libros de la editorial Monte Victoria, dirigida por Jorge Díaz, y, entre ellos, una de sus últimas publicaciones, 'Compositoras andaluzas contemporáneas', que reúne las obras de 16 autoras de las ocho provincias.
Son Silvia Olivero, Diana Pérez Custodio, Iluminada Pérez Frutos, María Dolores Romero, Inmaculada Almendral, Reyes Otero, María José Arenas, Dolores Serrano Cuesto, María Inmaculada Godoy, Alba Blanco, Isabel Royán, Elena Morínez, Sara Almendros, Cristina Gallego, Pilar Osado y Ana Teruel. El libro incluye una obra de cada, salvo de Teruel, que ha seleccionados dos cortas: 'Las escaleras infinitas', rebautizada por su hijo; y 'Y sin embargo gira', una obra a modo de puzzle que se puede interpretar de varias maneras como si fuera un engranaje o un carrusel, dependiendo de la complejidad que se busque.
“Creo que el libro sirve para desmentir algo que se dice muchas veces y que no es verdad, y es que exista algo que se pueda llamar música de mujer”, sostiene Ana Teruel. “Entre las obras escogidas para esta publicación hay 16 formas de expresarse distintas. También cada una de nosotras ha tenido una trayectoria diferente. Es que somos diferentes”, defiende la compositora.
La editorial ya había publicado varios libros con las mujeres como protagonistas como 'Grandes compositoras al piano', o 'Grandes compositoras al piano con acento español', además de otros libros específicos de algunas estas autoras. Siempre se citan los ejemplos de Fanny Mendelsshon o Clara Schumman, a la sombra de los hombres de sus familiares más célebres. O María Lejárraga, letrista de 'El amor brujo de Falla', de quien pocos se acuerdan.
El libro sobre las compositoras andaluzas es, al mismo tiempo que una constatación de que existen mujeres creadoras de música con fuerza y capacidad, también una reivindicación de sus obras y, además, una oportunidad para que las partituras incluidas en él puedan ser interpretadas y adaptadas para las enseñanzas en los conservatorios. Conservatorios donde para las alumnas no hay apenas referentes con nombres de mujer.
“El desequilibrio histórico entre compositores y compositoras ha sido siempre abismal”, destaca el coordinador de coeducación del Conservatorio gaditano, Alejandro Suárez. “Los estudiantes no conocen a muchas autoras, así que ellas sobre todo, no proyectan que puedan ser compositoras o productoras de su música”, añade.
Por eso, el acto del viernes servirá, además de para conocer los libros que ha mimado la editorial Monte Victoria, como una reivindicación del poder musical de las mujeres. Se lograrácon la interpretación en directo de algunas piezas, con la participación activa de algunas de las creadoras que explicarán sus trabajos, y con la proyección audiovisual de algunos de los temas de autoras que no pueden estar presentes. Será en el salón de actos de la Casa de las Artes, a las 18.30, abierto apúblico general, aunque con restricciones de aforo debido a la pandemia.
“El olvido a las mujeres históricas es algo que ha pesado y sigue pesando”, explica Ana Teruel. Recuerda, por ejemplo, que el Festival de Música Española dedicó el pasado mes de noviembre su edición a Pauline García Viardot, en el 200 aniversario de su nacimiento. Teruel recuerda que compañeras suyas, algunas dando clase, nunca habían sido instruidas en esta compositora de enorme calidad.
El peso de la mujer en la creación musical sigue siendo menor, aunque asegura Ana Teruel que ahora las diferencias son menos perceptibles. “Ahora las dificultades las tenemos todos, los hombres y las mujeres”, asegura resignada. Para Teruel estas publicaciones de Monte Victoria, que también ha editado su obra 'Fragmentos de Génesis', son una oportunidad para que el alumnado de los conservatorios pueda tener un material inédito en torno a mujeres andaluzas que están trabajando componiendo música.
Para Alejandro Suárez, al frente de los programas de coeducación del conservatorio, el acto es un buen momento para que muchos alumnos, y sobre todo alumnas, puedan ver el escenario como un espejo en el que verse reflejadas. “Si no tienes ejemplos, es muy difícil. Cuando conozcan a Ana y otras mujeres sabrán que pueden dar el paso porque otras como ellas ya han andado ese camino”. Las compositoras saben que es un camino cuesta arriba, con muchos escalones. Tantos que esa escalera parece infinita. Pero es una mejor escalera cuantas más mujeres suban por ella.
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