La región de Tokio y las otras más pobladas del país levantaron hoy las restricciones que venían aplicando desde hace casi un año sobre establecimientos como bares y restaurantes para prevenir contagios de covid-19, ante la caída sostenida de estas infecciones.
La flexibilización de las medidas anticovid que entra en vigor este lunes significa que los negocios de hostelería y restauración dejarán de ver limitadas sus horas de operaciones y para servir alcohol, restricciones que seguían en vigor pese al levantamiento del estado de emergencia sanitaria el pasado día 1.
Por primera vez desde hace once meses, los bares, restaurantes y karaokes de Tokio y las tres regiones colindantes (Saitama, Chiba y Kanagawa) y Osaka podrán operar con normalidad, aunque deberán mantener medidas preventivas como un número máximo de cuatro comensales por mesa o la instalación de mamparas protectoras.
Las autoridades locales tomaron esta decisión la semana pasada con el visto bueno del Gobierno central y de los expertos sanitarios, y en el contexto de declive continuado de infecciones desde que el país atravesara su pico de contagios hasta la fecha el pasado agosto.
Los contagios diarios en todo Japón se mantienen por debajo del millar desde principios de mes, e incluso por debajo de los 500 desde el día 16. En Tokio, la región más poblada del país, se han detectado menos de 50 contagios durante nueve días de forma consecutiva.
Japón, que celebra elecciones generales el próximo domingo, también sigue avanzando en su campaña de vacunación, dentro de la cual ya se ha inoculado de forma completa al 69,6 % de la población, y con una sola dosis al 76,5 %.
El país asiático nunca ha aplicado el confinamiento obligatorio de la población y ha centrado sus medidas anticontagios en restricciones sobre establecimientos comerciales y hosteleros, así como en la limitación del público en eventos multitudinarios y el blindaje de sus fronteras.
Las autoridades niponas también vetan desde comienzos de año la entrada a su territorio de turistas y no conceden nuevos visados para estancias de corta ni larga duración, y solo permiten el acceso al país a ciudadanos ya residentes que hayan salido temporalmente.