José Arcadio D. N., el joven de 28 años conocido también como El Melillero, a quien la Fiscalía de Málaga acusa de haber intentado matar a su novia, Sandra, y a una amiga de ésta en la localidad malagueña de Cártama en enero de 2021, rechazó este lunes durante el juicio en la Audiencia Provincial, que tuviera intención de asesinar a su entonces pareja, con la que venía manteniendo una "relación habitual con sus tensiones", con discusiones y desencuentros, "en los que lo dejaba yo, o ella, y luego volvíamos".
"Le dije a Juan José de darle un susto con un líquido de aguafuerte para echarlo encima del coche, pero no pensé que lo que había en la botella fuera ácido sulfúrico. Yo no sé lo que te puede producir esta sustancia".
De este modo respondió El Melillero a las preguntas de la fiscal sobre lo sucedido aquél día durante la primera sesión de la vista oral celebrada en la Ciudad de la Justicia, y en la que se sientan en el banquillo otras cinco personas más acusadas de participar como cooperadores en estos dos intentos de asesinato, así como de pertenecer a un grupo criminal al que la Guardia Civil vincula con el narcotráfico en la zona de la Costa del Sol.
Los hechos ocurrieron sobre las 14 horas cuando tanto José Arcadio como su compañero, también procesado, Juan José G. R, alias 'Poti', se desplazaron en coche hasta el municipio próximo a la capital. La intención, dijo 'Poti', era darle un escarmiento, y él se prestó porque José Arcadio "tiene muchos medios y dinero, y le tengo miedo porque tiene gente detrás", apostilló.
Al cruzarse en sentido contrario con el coche de Sandra y su amiga Cristina se produjo el lanzamiento del líquido corrosivo sobre sus cuerpos provocándoles graves heridas y emprendiendo rápidamente la huida. Según 'Poti', después de lanzar el ácido vio como Arcadio se reía. La Policía los detuvo semanas después de lo sucedido.
CAMBIO DE TESTIMONIO DEL SEGUNDO ACUSADO
La principal novedad de la primera sesión celebrada por la Sección Octava de la Audiencia está en que 'Poti' cambió su declaración realizada ante la Guardia Civil y en el juzgado de Instrucción 3 para inculpar al que tenía ascendencia sobre él.
Y lo justificó "porque entonces estaba amenazado y tengo miedo de El Melillero, ya que tengo un niño pequeño, y ahora aquí voy a decir la verdad", agregó al inicio de su declaración.
Y de admitir hace dos años que fue él quien lanzó la sustancia sobre las jóvenes, pasó a afirmar que fue José Arcadio el que realizó la compra de la sustancia y quien la vertió desde el interior del vehículo, mientras él se agachaba cuando estaba en el asiento del copiloto.
Sobre las consecuencias del ataque, El Mellillero señaló, a preguntas del presidente del tribunal, que no sabía lo que contenía la botella de un litro y se imaginó que era aguafuerte para echarlo encima del coche. "El aguafuerte no te hace unas quemaduras como para quemarte o matarte", matizó.
Ambas sustancias son ácidas. El salfuman es clorhídrico y se utiliza para la limpieza de suelos e inodoros, mientras que el sulfúrico, altamente corrosivo, se emplea en la industria para pegamento, explosivos o abonos. Mientras que para el primero se puede acudir a cualquier supermercado, el segundo por el riesgo que supone y sus otros usos (a veces se emplea para borrar huellas) comporta la identificación en la compra del cliente, en ocasiones.
COMPRA DE LA SUSTANCIA POR INTERNET
Y fue por ello que El Melillero encargó esta 'labor' a un conocido Víctor M. A., un joven albañil de 25 años entonces, y a quien José Arcadio le pedía otros 'favores', como poner a su nombre vehículos que el principal acusado pagaba. "Él me llamó para decirme que si le podía comprar un bote de un litro de ácido sulfúrico, y yo lo hice por internet sin sospechar nada, dando todos mis datos, DNI, teléfono y correo, pero sin saber para qué era", insistió Víctor varias veces ante los tres magistrados de lo Penal.
Además, en su respuesta a todas las defensas aclaró que El Melillero le pidió, cuatro días antes del ataque, que el ácido tuviera la concentración lo más alta posible. Y así lo buscó en Google, pagó electrónicamente, y lo recibió en su domicilio de Marbella.
Víctor M. reconoció que su acercamiento con El Melillero era para conseguir algo de dinero ya que conocía "el alto nivel" que tenía José Arcadio, y explicó que sabía que José Arcadio tenía problemas con su novia, Sandra, "pero no a ese nivel". "Estoy arrepentido por haberlo comprado", dijo.
Precisamente, esta cuestión de quién adquirió la sustancia es decisiva para que la Audiencia dirima si hubo intencionalidad previa para atacar a las dos chicas, lo que supondría una mayor condena por un delito de asesinato para los principales procesados.
Además de la acusación particular de ambas jóvenes, la Asociación Clara Campoamor contra la violencia de género, los malos tratos y víctimas sexuales ejerce la acusación popular desde un despacho de Sevilla, mientras que la defensa de José Arcadio corre a cargo del letrado Marcos García-Montes.
García Montes cuestionó a la salida del juicio la versión de Juan José, 'Poti', tras dos años, una versión que no dio ante la Guardia Civil después de haber estado fugado más de dos meses. "Es un cambio de versión que tiene motivos espurios y de venganza", apostilló.
Por estos hechos, el Ministerio Público solicita una condena para El Melillero de 51 años de cárcel por dos delitos de asesinato en grado de tentativa (17 años por cada uno), 7 años por pertenencia a un grupo criminal, 2 años por el delito de amenazas graves, otros dos años más por uno de acoso y, finalmente, un delito de maltrato habitual (30 meses de prisión).
Además, por las lesiones y secuelas pide también que se indemnice a Sandra en la cantidad de 1.133.401 euros y otros 312.522 euros a la amiga de ésta.