Un grupo de mujeres de un barrio de Córdoba se han interesado por conocer lo qué es y lo que representa la masonería a través de una recorrido por la ciudad acompañadas de un maestro masón de la Respetable Logia Simbólica Maimónides número 173 de la Gran Logia de España, implantada en la ciudad desde 2011.
La iniciativa surgió por la curiosidad de las mujeres, reunidas alrededor de la zona de Poniente Sur, en los paseos que realizan por Córdoba de la mano de la guía Miriam Toro Romero, que trata de organizar rutas diferentes a la tradicionales a través de las propuestas de un centro de iniciativas para la cooperación.
En ellas, la guía detectó que las mujeres "preguntaban acerca de la masonería" al ver, por ejemplo, algún símbolo que podría relacionarse con esta sociedad iniciática, tal y como sucedió en una visita a uno de los cementerios de la ciudad.
Como ella "podía explicarle un poquito, pero muy brevemente", vio una oportunidad cuando un reportaje le descubrió la existencia de una logia masónica en Córdoba, tras lo que contactó con el protagonista del trabajo periodístico, Rafael Jesús Mateo.
Mateo es maestro masón. Tiene el grado 24. En el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se puede alcanzar hasta el 33 y en la logia Maimónides se puede obtener hasta el 14. Por eso, además de en la cordobesa, participa en otra de Málaga, la Cámara K2 Andalucía 208, donde se puede llegar al grado 30.
Exposición en plena calle
En su recorrido el maestro masón hace una exposición general al grupo sobre la masonería en la calle que emboca la fachada del Real Círculo de la Amistad, García Lovera, en pleno centro de Córdoba.
Agradece el formato por "la cercanía" y les transmite algunos de los principios, como lo que se pide para optar a entrar en una logia: ser libre, tener cierto nivel de conocimiento y ser mayor de edad. Además, el ingreso en la logia debe tener "el acuerdo imprescindible de la pareja" de la persona aspirante.
Las asistentes a la ruta se interesan por otros aspectos concretos como que La Maimónides es una logia "solo de hombres", lo que Mateo justifica en la tradición, aunque aclara que las hay mixtas y formadas únicamente por mujeres, y elude desvelar dónde se halla el templo masónico por razones de seguridad.
Además, muestra a las asistentes la prelación que tienen en su quehacer, primero la familia, después su trabajo y, finalmente, sus labores en la masonería, donde, en el caso de la logia Maimónides, se abunda mucho en los símbolos, sobre todo, precisa, cuando se accede como aprendiz, paso previo a ser compañero antes de llegar a ser maestro.
Rafael Mateo manifiesta a EFE que ha percibido "muchísima curiosidad sana" en el grupo, lo que le parece "fundamental para difundir la realidad de lo que es la masonería".
Estratos sociales sin prejuicios
A su juicio, "lo bonito y lo importante de la masonería está en llegar a estratos culturales y sociales que no tienen prejuicios sobre lo que la masonería puede ofrecer", ya que "quizás determinados colectivos sociales mucho más cultivados pueden tener una idea que es más difícil de revertir".
También les explica que en la logia tienen prohibido hablar de política y de religión, pese a que conviven masones de distintas ideologías. "Intentamos vivir una vida utópica al menos entre nosotros", ha indicado.
La dinamizadora del grupo de mujeres refiere a EFE que "la idea era acercar la masonería a la gente, porque siempre ha estado como muy oculta, muy tabú, muy secreto y hacerlo en otro entorno más cercano al cordobés de pie", durante una de las visitas habituales del colectivo.
Con este tipo de iniciativa "intentamos darle un nuevo enfoque a Córdoba visitando lugares que no son tan comunes y conociendo a personas ilustres y artesanos, todo que no sea que englobe lo más turístico de la ciudad", subraya.
De ahí, que aparte del Real Círculo de la Amistad, un centro social tradicionalmente ligado a la burguesía cordobesa y que la mayoría de las mujeres pisan por primera vez, hayan también visitado con anterioridad el taller de guitarras artesanas de José Rodríguez, un 'luthier' desde 1971, o Sombrerería Rusi, una manufactura tradicional creada en 1903.